La Santa Iglesia Católica

– Por favor, póngame cuarto y mitad de ternera
– Señora, se confunde usted, esto es una joyería.

La señora, lejos de bajarse del burro, pasa a la ofensiva: ¿pues sabe que le digo? Que es usted un totalitario, un intolerante y un terrorista de la libertad de mercado.

Convencida de lo equivocado que está el “señor de la joyería” coge las de “Villadiego” y a todo el que se cruza le habla pestes de semejante establecimiento.

Al día siguiente y al siguiente del siguiente, vuelve la señora a reincidir en su conducta insensata, majadera e inaceptable, se mire por donde se mire.

El señor de la Joyería tiene que guardar las formas, mantener un nivel de educación, de dignidad. No puede dejarse llevar por “los nervios” y además se deshace en explicaciones generosas de por qué no sirve carne en su comercio.

¡Qué tontería, que prepotencia de señor, pues no cree que lleva razón! dice cada vez más ofuscada la señora del ejemplo.

Así cada día con nuestra Santa Iglesia Católica.

Empeñados, empecinados en utilizarla, en servirnos de Ella, en cambiarla, manipularla, adecuarla a nuestro capricho, a nuestro deseo del momento, que mañana será otro.

¿Tan difícil es entender que la Iglesia custodia, cuida, protege, rige, administra un Bien que Cristo mismo ha puesto a su cuidado?

Nosotros, los católicos, debemos defender este depósito, con cariño, con firmeza, con valentía, con amabilidad.

Porque no es un invento humano. Ni una idea luminosa de algún sabio.


– ¿No podría darme un poco de ternera solo por esta vez? ¿por la amistad que nos une?

– Pues, sintiéndolo mucho, no señora, no.

6 respuestas a “La Santa Iglesia Católica”

  1. Muy buena la comparación, es más, ecelente.

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  2. Avatar de Néstor Aparicio
    Néstor Aparicio

    Bien, pues muy de acuerdo. Desde luego, así explicado, solo cabe responder esto.

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  3. Me encanta el blog. Perdona que no sea yo al DIVERTIDA a la hora de hacer los comentarios.

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  4. Avatar de Maestro Gelimer
    Maestro Gelimer

    Sí. Eres una luchadora y me gusta tu estilo. En este cuadro has pintado con mucho arte lo que le ocurre a la mayor parte de nuestros contemporáneos, que quisieran una religión a la carta: quitando aquí y poniendo allá.

    Es difícil de comprender que gente que no se confiesa católica, vaya y quiera decirle a la Iglesia lo que tiene que hacer. Ejemplo: «La Iglesia católica no tiene sacerdotisas» -va y dice un agnóstico. «Los curas tendrían que casarse» -dice otro… Y así, tantos y tantos ejemplos que podríamos poner.

    La Iglesia es de fundación divina. Que nadie quiera venir a enmendarle la plana a Dios.

    Gracias por esta gráfica entrada de tu blog, y por tu visita al mío.

    Saludos en Cristo Rey.

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  5. Ana, con los años, voy aprendiendo a «contenerme» Me sigo acordando de «no sé qué que me dijiste que rezase» Cuando te parezca bien, me dices, si va todo bien o si tengo que rezar más o si tengo que llevarte «algún cerdo» que aquí hay de sobra,je,je
    Besosssssssssssssssss

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  6. Qué manera tan original de graficar tu idea, realmente te felicito. Hizo que uno lea hasta el final con atención.

    Lo único malo fue que me hiciste acordar de que tengo que ir a la carnicería para llenar el freezer, hace meses que no hay carne por acá!

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Gracias por pasar y comentar.