La infidelidad surge con absoluta normalidad y a vista de todos. Va disfrazada de naturalidad pero no engaña mas que a quien se deja engañar y seducir.
Ellas están monísimas en sus puestos de trabajo y se pintan, sonrien y coquetean. Son tan serviciales…
Ellos escuchan comprensivos, a la compañera de trabajo y les dicen bonitas palabras de halago y de consuelo . Son tan majos…
Mientras, en casa, ellas y ellos están batallando con sus familias, están dejandose la piel a tiras para mantener a flote un hogar,limpiando pañales,fregando suelos, colgando cuadros y haciendo equilibrios con los pagos.
Cuando el cónyuge llega a casa, ya no quiere hablar. Está cansado.
Cuando llega ella,se descompone y se arranca las pestañas postizas y tira los zapatos y la Venus de oficina,se vuelve estropajo.
Además está el despacho de asuntos pendientes:lista de quejas,dolores y disgustos varios,asignaturas suspensas, electrodomésticos estropeados, la cuenta bancaria que baja y las 14 horas de oficina que dejan exhausto.
Al día siguiente,nuevamente frescos y descansados, vuelven a oler a perfume y a fijarse en esos labios, y ellas en … ellos, y uno y otro piensan: ¡que bien nos llevamos!
Y así, después de jugar a ver si se queman,resulta que se queman y ¡no saben ni cómo ha pasado! Habitación de hotel y divorcio al canto.Un nuevo hogar destrozado y los hijos a reparto.
Descubrirán que ella no nació con maquillaje y que él suele estar enfurruñado y volverán a las andadas en busca de lo que habían tenido y despreciaron.
No seamos memos.
Manten la distancia de seguridad.
Proteje tu matrimonio y defiende tu familia.
¿Incluso a costa de parecer imbécil y exagerado? Incluso.
Podéis venir a verme al Juzgado,que os paso datos,expedientes y sentencias a destajo.
Gracias por pasar y comentar.