A la vejez se va perfilando mi auténtica y genuina vocación profesional, que nunca llegué a ejercer oficialmente y cuya caricatura practico en la vida ordinaria con toda frescura.
«Papá, quiero ser payaso» Nunca se lo dije. Y no lo hice, porque no lo sabía. Ahora lo sé.
¿Qué tipo de payaso? Pues de los que hacen reír, sin duda.
Mi humor es un poco absurdo, aunque si miro el panorama nacional, lo mío es pura lógica y sentido común.
Me gusta la broma fácil y estoy dispuesta a la risa pronta. Tampoco penséis que lo mio es de traca. Me río, si de reír se trata. Sin exigirle a una broma un doctorado.
Los chistes no son malos ni buenos, esa es una capacidad humana. Los chistes son divertidos o no.
Entiendo que no está el nivel como para profundizar sobre la esencia del chiste ni es tema de tertulia o editorial. Hablan los intelectuales de cosas tan…ilustradas…
«Mamá, quiero ser payaso» Si me dice eso algún hijo, me da la risa.
En el fondo, todos sabemos que en esta vida faltan payasos y sobran memos.
No tiene ninguna gracia vivir en este Circo y que nunca llegue el momento de las payasadas que roban risas y provocan carcajadas.Es y está difícil hacer reír.
Quizás deberíamos suprimir Autonomías e invertir en Universidades para* Payasos.
Reiríamos más y no nos saldría tan caro…
*me parece más apropiada que la preposición «de»
Gracias por pasar y comentar.