Romper sistemas de trabajo es como escalar montañas. Difícil.
Los argumentos en contra, siempre son los argumentos de siempre, pero en el fondo es que no hay…
Y en ese estilo de malas costumbres, desayunamos mediocridad, almorzamos ineficacia, merendamos horas que no llevan a ningún reloj y cenamos muros inamovibles que además, presumen de años.
Pero las montañas se escalan, las voluntades se fortalecen y las malas costumbres no pueden venirse con nosotros a la tumba.
Hay que romper sistemas de trabajo que son inútiles y solo generan frustración y agotamiento.
Pero empecemos por los alimentos.
Ayer teníamos una vaca en MIC y hoy la cosa va de huevos🙂
Gracias por pasar y comentar.