Asolados por la magnitud del terremoto que ha sembrado la muerte y el dolor en Haití, lógicamente todos los medios de comunicación se hacen eco de la noticia.
Rápidamente se extienden redes solidarias. España acude generosamente, prontamente, porque ciertamente así es España: un pueblo que siempre ha sabido abrazar a otro pueblo necesitado.
Pasando de un canal a otro, Isabel Durán en la Cope, me ilustra sobre el Estatuto del Cooperante.
La periodista-que elogia el citado estatuto-sin embargo, subraya que los cooperantes de instituciones de la Iglesia Católica-unos 20.000 misioneros en el mundo-han quedado excluidos.
Lo cual viene a demostrar que este gobierno, una vez más, no termina de hacer una cosa bien, confundiendo las churras con las merinas y actuando injustamente en detrimento de estas personas, que por su motivación religiosa, parece ser, tienen menos derecho a los derechos que el resto de cooperantes.
¿Alguien me lo puede explicar?
Gracias por pasar y comentar.