Lobo con piel de cordero

Me cuenta una amiga mía-simpática ella-que tiene una jefa insoportable.

Dice-aunque puede que exagere-que realmente en la oficina han llegado a la conclusión de que es mala persona y que su comportamiento no es normal.

Dos afirmaciones muy fuertes, que apoyan todos a una-como Fuente Ovejuna-

Parece ser que tiene la costumbre de hablar mal de todo el mundo y alabarse continuamente.

La tía tiene que ser pegajosa de cuidado-digo yo-

Además es la Reina del Escaqueo.

Ensalada agria, color negro, canción de muertos… como poco.

A veces, a mi amiga le sale el pronto castellano y quiere resolver a espada tanta infamia; otras, le sigue la corriente, como el Ebro cuando desemboca en el Mediterráneo.

Le queda la duda de si su jefa es tonta o se lo hace, porque-me dice-no sabes cómo nos habla, cómo nos repite todo, todos los días, todas las veces…¡nos toma el pelo!

Pobre amiga mía…no he sabido qué aconsejarle.

3 respuestas a “Lobo con piel de cordero”

  1. Ese tipo de jefa/e debe ser una enfermedad algo arraigada, conozco algún que otro caso así.

    Un saludo

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  2. Avatar de sarracena infiel
    sarracena infiel

    Uffff.

    Que chungo. Ni idea, aguantarse, supongo y desahogarse cuando pueda; si la cosa se pone muy grave, pasar el conocimiento a quien corresponda, pedir el traslado de departamento (si es posible)

    Los jefes (o jefas) insoportables son como los vecinos insportables: una maldición gitana que no queda más remedio que aguantar o mudarse.

    PS:- Usted escribiendo con la puerta abierta y yo sin enterarme, upssssssssssssssssss. Asomaré la patilla de tanto en tanto, señora mía.

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  3. Que la ignore mejor. Si de todos modos seguirá siendo su jafa, y si ella necesita el trabajo, ¿qué más puede hacer? Es una cruz y habrá que tomarla así. Es una pena.

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Gracias por pasar y comentar.