Cuando un acontecimiento nos supera es posible que no encontremos palabras para expresarlo.
Desde hace una semana estoy dándole vueltas a mi viaje a Alicante y no consigo plasmarlo. No satisfactoriamente y creo que es por la magnitud del evento.
Veinticinco compañeras de colegio nos hemos reunido para celebrar nuestro cumpleaños.
Hemos llegado desde distintas ciudades y hemos confluido en Alicante porque una de nosotras, que vive allí, se ofreció para organizarlo todo. Y lo ha hecho maravillosamente.
Ha sido tal el cúmulo de emociones que hemos vivido que básicamente cuando me preguntan qué tal mi viaje sólo acierto a sonreir con cara de bobalicona.
Ha superado las mejores expectativas, hemos disfrutado muchísimo, todas.
¡Veinticinco mujeres! …comprenderéis que la experiencia ha ido de superior a superlativo.
Quizás lo que más me ha impresionado ha sido el buen ambiente, que va más allá de la pura diversión, ha habido realmente hermanamiento, nadie se ha quejado de nada, nadie ha criticado a nadie, nadie se ha sentido sola o desplazada.
Realmente se podía palpar el cariño, inmortalizado en imágenes digitales que han captado los mejores momentos, los besos, los abrazos, las risas…el reencuentro en definitiva, de veinticinco mujeres estupendas con un pasado común que se ha actualizado en lo que podemos vislumbrar como una hermosa e incipiente amistad.
Lo dicho. No encuentro las palabras…quizás algún día 🙂
Gracias por pasar y comentar.