Quién fuera playa para recibir el eterno abrazo del mar salado…
El paseo matutino de hoy ha sido pisando estas playas malagueñas.
Catorce kilómetros bien aprovechados, de sol y arena, de pasos firmes que al tiempo que se alejan se acercan, hasta llegar a puerto.
Y hemos atracado en Muelle Uno el tiempo suficiente para dejar constancia fotográfica para la posteridad y ese ha sido el final de este paseo por el mar.
Con esta paz espiritual os dejo el tiempo indispensable para que me echéis de menos.
La pregunta es:
¿Tú atracas en algún sitio?
Gracias por pasar y comentar.