Bajo mínimos.
Todos andamos bajo mínimos.
Es lo que tiene el calor apremiante del mes de agosto, menos mal que está dando una pequeña tregua, que espero sea definitiva. Recuerdo a mis mayores cuando yo no lo era:que si frío o calor; preferían el frío. Yo nunca. El frío es opuesto a todo mi ser. Y sin embargo…las tornas cambian; ¡ah! ¡nunca digas de este agua no he de beber!
El tema es que yo sigo trabajando, afortunada soy por tener una ocupación que me de sustento y me distraiga de mis problemas; esos que revolotean la mente y el espíritu, espantando la paz que anhelo.
Pero no estamos para esto. Nada de reflexiones, ni de profundidades. Agosto da para lo que da.
Por mi parte, ando dándole vueltas a una idea, quiero hacer algo, algo que me cueste trabajo pero me aporte felicidad, algo que me arranque de la rutina diaria, algo que me ponga en movimiento, que me aleje del teclado, del sofá, de la fiscalía, de la cocina de casa, del sempiterno supermercado, de la serie de turno…
Ando dándole vueltas a una idea, quiero hacer algo…
Admito sugerencias…
Gracias por pasar y comentar.