La señorita A. Atiende su trabajo a tiempos alternos. A veces está en su puesto de trabajo, a veces no. Es una fanática del fútbol y no se le puede contradecir. Pasa de la conversación a las voces, los gritos, los descalificativos y los tacos. Parece posesa. Miedito me da.
La señorita B. Es una egocéntrica de campeonato y necesita la constante atención de quien sea, alguien que la escuche, que escuche cómo critica a los demás y cómo se alaba a sí misma. Da pena.
El señor C. Trabaja sin ganas desde hace años. No admite bromas pero se permite una ironía hiriente que desagrada casi tanto como su continuo vicio de fumar. Fuma más que trabaja.
La señorita D. Su amabilidad es tan corta como las minifaldas que usa. Tiene mal tipo y no le favorecen nada. No entiendo por qué su novio no le dice que va horrorosa. De humor cambiante pasa en cero coma de ser una persona amable a una borde total.
La señorita E. Está amargada. Es la típica persona descontenta de todo, que se queja todo el tiempo, que se considera la mejor, lo más…Además de fea, resulta muy desagradable por su mala educación.
El señor F. Es soso como un huevo sin sal. Yo creo que no tiene sangre en las venas. Es amorfo. Inexpresivo. Lineal. Apenas habla, si puede no contesta al saludo. Cuando me lo cruzo por la calle parece otro…
La pregunta es:
¿Tienes ejemplos cercanos de gente rarita, malafollá y un poco desequilibrada?
Gracias por pasar y comentar.