Para cuando vengas a quererme yo ya no estaré.
Irán desapareciendo esos rasgos que son sólo míos, se irán desdibujando hasta borrar el rostro que ahora conoces y que un día no recordarás.
Para cuando vengas a añorar mis consejos ya me habré ido, quizás entonces me pienses y descubras en ti lo que ahora hay en mi.
El tiempo apaciguará mis formas, agotará mis energías y acabará llevándome y entonces quizás me llores, pero yo ya habré partido.
Cuando llegue ese momento, es posible que te reproches no haberme prestado más atención. No sufras porque yo ya no sufriré.
Quedarán pendientes las conversaciones que nunca tuvimos y tantas cosas que ahora se esfuman y no puedes apreciar. También a mí me pasó, no te lo reprocho.
Arrulla en tu pecho todo el amor que te dí y guardame en tu corazón, llévame en tus labios, reza por mí siempre y sé feliz, por favor. Te quiero.
Gracias por pasar y comentar.