Entre uno y otro, silencio.
Necesito cerrar los ojos, respirar profundo y darme un tiempo para despedirme, para ahuecar el corazón y hacerles sitio. Se alejan de mi vida aunque permanecen para siempre. Se han adentrado en mi, han calado mi piel, han motivado mi cerebro y de alguna forma se han afincado en las estanterías de los recuerdos que volverán como vuelven las olas a la orilla de la mar, refrescarán, salpicarán y seguirán meciéndose para siempre dentro de mí.
Y yo les quiero, los hago míos y los disfruto intensamente, de tal modo que cuando se van, necesito un tiempo de silencio, un espacio entre uno y otro, es mi pequeño homenaje a esos personajes que me han enternecido o me han hecho reír o me han mantenido en tensión hasta el desenlace final.
Cuando rozo las últimas páginas siento melancolía, irremediablemente se van, y sé que los que vienen empujando por detrás también me robarán la sonrisa o me arrancarán la lágrima o me encogerán el corazón, pero…antes de dar paso a una nueva alegría,a mis nuevos amigos con los que compartiré el tiempo de mi vida, antes de eso, entre uno y otro, necesito silencio, necesito espacio para despedirme, mi pequeño duelo…
Y éstos son los últimos que me he leído, por si os animáis.
–Soy Pilgrim, de Terry Hayes.
–La templanza, de María Dueñas.
–La chica del tren, de Paula Hawkins.
–El último adiós, de Kate Morton.
Todos altamente adictivos, trepidantes, fantásticos. Me han encantado.
La pregunta es doble:
¿Cómo se puede vivir sin leer? ¿Me dejas algún título?
Gracias por pasar y comentar.