A cientos, a miles…

09/08/2012 Usain Bolt tras ganar los 200 metros de Londres. El jamaicano Usain Bolt ha conquistado la medalla de oro en la prueba de los 200 metros de los Juegos Olímpicos de Londres al cruzar la meta en un tiempo de 19:32, lo que le convierte en el primer atleta que sube a lo más alto del podio en las distancias de 100 y 200 en dos Juegos consecutivos. DEPORTES REUTERS
09/08/2012 Usain Bolt tras ganar los 200 metros de Londres.

La vida está llena de miles de cosas, nosotros tenemos mil pensamientos diarios-en el caso de las mujeres, en el caso de los hombres la cifra desciende drásticamente- es lo que somos, una marejada de cosas, pensamientos, movimientos…todo interactuando a mil por hora-en el caso de los hombres la cifra desciende drásticamente- No vamos a empezar ahora una guerra de sexos, todos, hombres y mujeres sin excepción, vivimos en un mundo agitado y estresante donde es difícil fijar la atención.

De tal modo que cuando estamos con alguien no podemos centrarnos en lo que nos está diciendo, bien sea porque el móvil nos dispersa o bien sea porque en el cerebro bullen cientos, miles de pensamientos que se agitan convulsivamente mientras nos movemos frenéticamente de un sitio para otro intentado hacer cosas, ver gente, trabajar, divertirnos o pagar, que en pagar empleamos una parte importantísima de la vida.

Fijar la atención. Estamos en una conferencia sobre nutrición y bienestar, estamos enfrascados entre papeles, estamos en una celebración, estamos cruzando la calle, haciendo la compra, pagando impuestos,paseando al perro, sacando dinero del banco, en la peluquería, charlando con el mecánico-otra vez a pagar-, etc etc etc

Hagamos lo que hagamos nuestro pensamiento tiene verdadera dificultad para fijar la atención-al menos el cerebro femenino es así-y cuando queremos volver sobre un tema, sobre un problema, sobre algo que nos han contando y que parecía muy interesante, reconocemos que no hemos puesto los cinco sentidos. Y esto lo hacemos sin querer, incluso en contra de la propia voluntad que ha decidido estar atenta a lo que cocinamos en cada momento.

No sé, incluso los sueños se alborotan, el ritmo no disminuye, el tiempo no se detiene y cada vez corremos más y prestamos menos atención.

¿Habéis tenido alguna vez la sensación de no estar aunque sí estéis?

Fijar la atención. Dar a cada uno su tiempo. Atender como se merece a la persona con la que compartes un momento. Centrarte en el trabajo. Rezar con devoción. Disfrutar sin preocupaciones…Orden, orden, orden. ¡Qué bonito!

La pregunta es:

¿Te pasa a ti también?

10 respuestas a “A cientos, a miles…”

  1. Mis hijas me riñen por eso. Un beso.

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    1. Susana. Ya les llegará a tus hijas el momento…y entonces te comprenderán 🙂
      Besos, muchos

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  2. Me pasa a veces, Luisa, pero en general aplico la regla de «un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio»: igual con la vida, con lo que tienes que hacer, 1º la cosa 1ª, 2º la cosa 2ª,… 16º la cosa 16ª, y es inútil pensar en la 12ª cuando estás en la 2ª.

    Siempre ayuda la oración: esto te lleva a centrarte y a dar a cada cosa su importancia.

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    1. Fernando. En serio te lo digo, tu condición de varón te ayuda muchísimo. Para una mujer es increíblemente mucho más complicado.
      Besos, muchos

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  3. A veces me distraigo, incluso en la paz de la lectura de un libro tengo que volver a releer porque no me he enterado. Pensaba que era porque soy viejita. Abrazos

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    1. Ester. Ya quisiera yo ser como tú jejeje y no, no creo que sea cuestión de edad, sino de este estilo de vida que nos hemos creado.
      Besos, muchos

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  4. ¡Cómo te lo diría!. Es muy difícil centrar la atención, al menos como me gustaría.
    Ayuda el ir haciendo una cosa detrás de otra y el organizarse cada mañana, pero aun así hay cosas que «revolotean» continuamente.

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    1. Pipa.Indudablemente el orden ayuda pero ya te digo que para mí es imposible jejejeje
      Besos, muchos

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  5. Claro que si! Es fruto del ritmo frenético que nos impone la vida actual.Y si no actuáramos así nos quedaríamos atrapados en el tiempo.Aunque a mí a mis años me gustaría como tú dices disfrutar sin preocupaciones.

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    1. Ana. ¿A qué años? jejejeje Lo cierto es que se echa de menos un ritmo más pausado
      Besos, muchos

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