Me olvidé de ti en algún momento entre un despiste y algún suspiro, y me dejé llevar y cerré los ojos y te perdí.
Mientras, los vientos arreciaron y todo mi ser se concentró en no volar, porque no soy pájaro. Y quise ser tierra y quise germinar y sin darme cuenta, me olvidé de ti.
Al principio noté tu ausencia pero después todo se disipó y tu silueta se esfumó hasta dejar de ser un reclamo en mi memoria y me dediqué a vivir, a veces con prisas, a veces sin ganas, siempre ocupada en otras personas, en otras cosas, en otros momentos donde no estabas tú, nunca estabas y si bien, al principio me supuso cierto descanso, cierta liberación, he terminado tomando conciencia de tu ausencia hasta reconocer que quiero volver a ti, desnudarme en tu alcoba, mecerme en tus brazos y volcar una vez más mis ideas, mis ideas cotidianas. He vuelto.
Gracias por pasar y comentar.