Cuando eres bueno pero pareces necio

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Quedémonos con las tres primeras acepciones de la RAE.

¿No habéis experimentado esa sensación donde cuanto más hablas, cuanto más insistes, cuanto más argumentas más te alejas de expresar lo que realmente piensas? Pero lanzado al precipicio ya no hay posibilidad de frenar la caída, y en el colmo de la estupidez decides estrellarte lo más sonoramente posible. Puede pasar.

Puede pasar que seas bueno pero parezcas necio, puede pasar que te muestres más arisco que un puercoespín y que lo que visualizan los demás es una profunda hostilidad que ni tú mismo alcanzas a comprender. De tal modo que siendo bueno pareces necio, siendo agradecido, pareces ingrato, siendo sentimental pareces frío, duro e insensible como el herbívoro mencionado.

La capacidad de comunicación viene limitada por muchos condicionantes; entiendo que importa mucho irse ejercitando en el arte de empatizar, en la sabiduría que encierra la humildad, en la sencillez de quien se quiere mostrar tal y como es, tal y como es. Pero el ser humano desde tiempos de Adán se ha vuelto rebuscado y soberbio y hace difícil o imposible la cosa más simple.

Por lo tanto y para ir concluyendo sin agotar, creo que si eres bueno debes esforzarte en parecerlo porque de lo contrario, das lugar a que te vean de una manera velada, equívoca y en ocasiones, necia. Y tú no eres así…¿o sí?

Pensando en aquella conversación que tuvieron dos amigas y que yo misma presencié,  fui testigo directo de cómo una parecía atacar, sin tener por qué, y como la otra se dolía, sin merecerlo, y todo porque la primera se expresaba con cierta acritud, con cierta violencia, con aires de desafío que nada merecía quien la escuchaba, la quería y le venía siendo fiel en una amistad ya crecída y asentada. Quizás por eso mismo y por ese exceso de confianza, la primera se expresó mal y pareció necia y la segunda sintió un dolor inmerecido. Por todo eso y porque no quisiera yo ser buena y parecer necia es por lo que tomo buena nota de lo que no debe ser una conversación entre amigas, porque la amistad cuanto más profunda sea más sensibilidad merece y sin embargo, a mí esta sencilla regla de convivencia, a veces, en ocasiones, se me olvida. Entiendo que no se trata de omitir lo que uno piensa, sino de expresarlo con amabilidad y lo más importante, con oportunidad,referida a su primera acepción, claro.

La pregunta es:

¿Crees que la amistad está reñida con un trato delicado y respetuoso o podemos cruzar esa barrera sin consecuencias?

6 respuestas a “Cuando eres bueno pero pareces necio”

  1. Hay que tener mucho tacto, Luisa, sobre todo con los amigos y los familiares. Son terribles estas personas que te dicen «yo soy muy sincero, digo siempre lo que pienso», y lanzan unas barbaridades que destrozan al otro.

    Siempre hay que pensar lo que decimos, por eso no conviene hablar en caliente, cuando estamos enfadados y no nos controlamos. Y siempre hay que dejar las cosas claras: si una frase puede ser mal interpretada, es mejor aclararla, aunque el otro piense que le tomamos por tonto.

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    1. Fernando. Cierto es. Pero…si perdemos el tacto una vez…¿pagamos por todas las veces que lo hicimos bien…?¿ya no cuentan? En fin, todo simple y a la vez muy complicado.
      Besos, muchos

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  2. nosoy yo una experta para hablar de amistades. un beso.

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    1. Susana. Estamos en continuo aprendizaje 🙂
      Besos, muchos

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  3. No, creo que hay una barrera entre persona y persona, tengan la relación que tengan, que no se puede saltar y es la barrera del respeto

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    1. Pero Chusqui, ups, perdón, Maria Jesús, obviamente la línea del respeto no se debe traspasar, más bien hablo de brusquedad, falta de tacto, inoportunidad u similar…el respeto es sagrado jejeje
      Besos, muchos

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Gracias por pasar y comentar.