Fijando la mirada en Austria

Normalmente cuando acudimos a una «llamada» es porque algo nos mueve a hacerlo.

Unas veces nos impulsa la necesidad, otras el cariño, otras quizás, el deseo de servir, la ilusión de alegrar, todas ellas o ninguna o simplemente dejar correr una nueva TONTÁ, como cada día 11, cortesía de mi amiga Yeste Lima.

Así que os pido atención. Vamos a hacer un recorrido hasta llegar a destino.

Comencemos:

Si os hablo de Austria, mentalmente os llevo a los Alpes, posiblemente visualizáis montañas nevadas o verdes pastos…

Demos un paso más.

¿Capital de Austria?

Viena.

Y por asociación de ideas tarareamos e incluso bailamos al compás de la Marcha Radetzky de Strauss padre-ojo, «no liarse» que en esta familia eran todos músicos-

Seguimos. Y llegamos a Salzburgo.

Decir Salzburgo es decir Mozart, un deleite para el alma, un descanso para los sentidos…pero no me quedo aquí embobada y voy a más.

Voy a más y llego: Joseph Mohr.¿Qué me decís?

Pistas: austriaco, idioma alemán, nacido en Salzburgo ¡¡¡tal día como hoy!!! de 1792, sacerdote, con gran talento musical. ¡Felicidades Joseph!

¿Todavía no?

Bien. Pues este hombre fue destinado a una remota aldea alpina y allí escribió un poema al que Franz Xaver Gruber, maestro de escuela y organista le puso las notas, las que van del Do al Si y es gracias a estos dos hombres, que disfrutamos año tras año de uno de los villancicos que mayores sentimientos de paz despiertan en nosotros.

¿Ya?

Hablo del título original: Stille Nacht! Heilige Nacht!  que podemos traducir por «Noche tranquila, noche sagrada». Aunque en España lo conocemos con el sencillo título de…Noche de Paz.

Algo se remueve en nuestros corazones cuando lo cantamos o lo oímos cantar, un anhelo de fraternidad con todos nuestros hermanos los hombres, sin distinción de raza, religión o ideología.

Todos iguales, todos necesitados de paz, de esa paz que brota de una fuente inagotable de amor, una fuente que podemos adorar en un humilde pesebre, una fuente con nombre de niño, el Niño Dios.

Pues hala, ya sabemos el origen de éste villancico universal, traducido a más de 300 idiomas.

Os dejo con una muestra:

Para seguir todas las TONTÁS os remito a Mis queridas personas, el blog de Yeste, que relaciona estupendamente a todos y cada uno de los que nos unimos a sus Tontás mes a mes. Gracias Yeste.