Digo esto porque a menos que una sea sorda-que no lo soy-no puedo dejar de oír frases de rabia y mala leche al mismo tiempo que de satisfacción y alegría por la desgracia ajena.
No seré yo quien defienda a ningún delincuente y es de ley que quien comete una tropelía pague por ello pero no puedo alegrarme de que haya gente que entre en prisión.
La cárcel es terrible y cuando pienso sobre esto, siento compasión por todos los que están allí.
Por muy confortable que sea, una cárcel es siempre una cárcel.
La ausencia de libertad me parece un castigo terrible.
Gracias por pasar y comentar.